jueves, 22 de febrero de 2007

¿Tiene usted el don de enseñar?

¿TIENE USTED EL DON DE ENSEÑAR?
¿CONOCE A LOS QUE LO TIENEN?

Cada creyente en Cristo tiene la responsabilidad de descubrir su propio don espiritual. Los líderes de la iglesia, los pastores y otros “hermanos mayores” se supone que conocen bien sus propios dones y sus fortalezas. En su caso personal, ¿sabe usted si posee el don de enseñar?
Además los pastores y líderes tienen el deber de ayudar a quienes trabajan con ellos a conocer sus dones espirituales. Entre ellos habrá algunos que tienen el don de enseñar. ¿Conoce usted a esos hermanos?
Cuando cada creyente usa al máximo su capacidad, el resultado es que la iglesia va a crecer. El grupo familiar, la célula o el grupo de la iglesia será un lugar de enriquecimiento para salir al mundo a cumplir con el plan de Dios para la salvación de muchas personas.

Hay ciertas preguntas básicas para comenzar. Desde ese punto, usted podrá dar los pasos necesarios para descubrir, desarrollar y dedicar sus dones, y los de las personas que trabajan con usted o a las cuales enseña, guía o dirige. Le aseguro que no hay respuestas buenas ni malas, son preguntas para reflexión y diálogo.

1. ¿Sabe lo que se espera de usted en la iglesia?
2. ¿Cuenta con el equipo y los materiales necesarios para hacer bien su tarea?
3. ¿Alguien en la iglesia muestra interés en usted como persona?
4. ¿Hay alguien en la iglesia que estimula su desarrollo como discípulo de Jesús?
5. ¿Siente usted que sus opiniones cuentan en la iglesia?
6. ¿La misión o el propósito de la iglesia le hacen sentir que su participación es importante?
7. ¿Es su mejor amigo(a) miembro de la iglesia?
8. ¿Ha tenido oportunidades este último año de aprender y crecer en su trabajo en la iglesia?

A primera vista estas preguntas parecen muy fáciles; sin embargo, exigen respuestas difíciles. No hay respuestas buenas ni malas, pero ellas nos conducen a ver la realidad de nuestra situación dentro de la iglesia de la cual formamos parte. Además, observe que estas preguntas tienen respuestas extremas; por lo tanto, no se pueden responder con un “sí” o un “no”. Hay que pensar antes de responder. Puede ser que las respuestas que usted elabore no le gusten a nadie; la razón es sencilla: Un factor clave o determinante de la respuesta a estas preguntas es ¡el pastor de la iglesia o el líder del grupo del cual usted forma parte! Esto no significa que una persona miembro de la iglesia o del grupo debe responder al pastor o a su líder. Quiere decir que todos llegamos a ser el resultado de la labor docente de quienes nos dirigen.

La importancia de descubrir nuestros dones
En el libro titulado Ahora descubra sus fortalezas, el autor Marcos Buckingham dice que el talento es “un patrón recurrente o frecuente de pensamiento, sentimiento o comportamiento que puede aplicarse de manera productiva”, y comenta que “eso explica por qué...

• las enfermeras excepcionales tienen talento,
• los administradores excepcionales tienen talento,
• los músicos excepcionales tienen talento”.

Y nosotros agregamos que eso explica también por qué...

• los maestros excepcionales tienen talento,
• los predicadores excepcionales tienen talento,
• los escritores excepcionales tienen talento.

Si uno lo piensa un poco, concluye en que eso llamado “éxito”, “excelencia”, “una tarea bien hecha” o “trabajo aceptable”, ya sea que reciba reconocimiento público o sea un acto heroico anónimo, es imposible sin el talento, el don o esa capacidad especial para la función.

En el libro Los llamados a enseñar encontrará sugerencias e ideas prácticas para descubrir sus propios dones espirituales; cómo ayudar a quienes trabajan con usted a descubrir su don de enseñar; y cómo enseñarles a hacer las tareas básicas de un maestro de modo que todos aprendan algo.

Yo amo la enseñanza y me encanta enseñar sobre cómo presentar el evangelio y su mensaje a toda persona posible. Por eso escribí el libro Los llamados a enseñar, con principios y procedimientos sencillos, paso a paso.
Porque creo que la enseñanza es uno de los ministerios fundamentales que toda iglesia debe tener, y que usted es una parte muy importante, deseo compartirle esta buena noticia: Si usted me escribe por correo electrónico una nota con su nombre, dirección, teléfono y el nombre de la iglesia a la cual ministra, con gusto le enviaré una presentación en PowerPoint del libro completamente gratis. Escríbame a: Jdiaz@casabautista.org

Por supuesto, usted podrá conseguir copias del libro en su librería evangélica más cercana. Si no lo encuentra, o prefiere, llame al teléfono 1-800-755-5958 u ordénelo por Internet a: www.editorialmh.com o www.casabautista.org y se lo enviaremos inmediatamente.

¡Con una sola chispa se enciende un fuego!

Mi pasión

Amo la enseñanza y me encanta facilitar a otros el proceso de enseñar a enseñar. Si tu tienes esa misma pasión, estamos entre amigos.